El Pleno del Congreso de la República rechazó, con 76 votos a favor, 33 en contra y 6 abstenciones, la segunda votación de una reforma constitucional que buscaba permitir la reelección inmediata de alcaldes y gobernadores regionales, además de eliminar los movimientos regionales. La propuesta pretendía modificar los artículos 35, 191 y 194 de la Constitución Política.
Tras la negativa, los congresistas Héctor Valer, José Jerí y Alejandro Soto solicitaron una reconsideración de la votación al presidente del Congreso, Eduardo Salhuana. Esta iniciativa legislativa fue previamente aprobada el 29 de mayo con 92 votos a favor, 25 en contra y 3 abstenciones, como parte del dictamen de varios proyectos de ley (PL 2303, 2343, 6375, 2027, 2067, 2225 y 228) orientados a «fortalecer la democracia representativa». Sin embargo, para concretar una reforma constitucional, se requiere su aprobación en dos legislaturas consecutivas con al menos 87 votos favorables, requisito que no fue alcanzado en esta ocasión.
No a la reelección inmediata
La propuesta que buscaba habilitar la reelección inmediata de alcaldes y gobernadores no logró el consenso necesario en el Parlamento. Argumentos en contra de la medida destacaron que una reelección inmediata podría incentivar el uso indebido de recursos públicos y consolidar redes de poder que afectarían la transparencia y la gobernabilidad.
«La prohibición de la reelección inmediata es un mecanismo para garantizar la renovación política y evitar la perpetuación en el poder de las mismas autoridades.»
Por su parte, algunos defensores de la medida sostuvieron que permitir la reelección inmediata sería una herramienta para dar continuidad a proyectos importantes en beneficio de las regiones y municipios.
En paralelo, el Congreso archivó la propuesta que planteaba eliminar los movimientos políticos regionales. Este proyecto, impulsado por algunos sectores, buscaba concentrar las organizaciones políticas en partidos nacionales, argumentando que los movimientos regionales fomentan el clientelismo y la fragmentación política.
Sin embargo, la medida generó un fuerte rechazo de líderes y autoridades de diversas regiones, quienes señalaron que los movimientos regionales representan un importante vehículo de participación ciudadana y defensa de los intereses locales.
«Eliminar los movimientos regionales sería un golpe a la representación y la democracia en las regiones. Somos nosotros quienes conocemos las verdaderas necesidades de nuestros pueblos.»
La decisión del Congreso ha generado opiniones encontradas entre analistas políticos y líderes regionales. Mientras algunos ven en estas medidas una señal de compromiso con la renovación política, otros consideran que es una oportunidad perdida para fortalecer la institucionalidad y garantizar un sistema político más eficiente.
Con este desenlace, queda claro que la discusión sobre la reelección y la reorganización del sistema político regional seguirá siendo un tema central en la agenda nacional. En tanto, las autoridades electas deberán enfocarse en cumplir sus promesas en el periodo limitado que tienen para gobernar.