Siguen apareciendo más partidos involucrados en la falsificación de firmas para inscribir los partidos hasta la fecha ya son alrededor de 10 partidos involucrados en esta gran mega falsificación de firmas.
Miles de ciudadanos descubren que figuran como militantes sin haberlo autorizado. La ONPE y el JNE en la mira por falta de control efectivo.
En las últimas semanas, una nueva denuncia ha vuelto a poner en entredicho la transparencia del sistema político peruano: la falsificación de firmas para la inscripción de partidos políticos. Varios ciudadanos han manifestado públicamente que sus nombres figuran en registros partidarios sin haber firmado ni autorizado su afiliación. Este escándalo no es nuevo, pero su recurrencia demuestra la debilidad del sistema de fiscalización electoral en el país.
Una investigación realizada por medios locales y corroborada por testimonios recogidos por este medio revela que partidos emergentes y tradicionales habrían incurrido en esta práctica para cumplir con el requisito de inscripción ante la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), que exige un número mínimo de adherentes con firmas válidas.
El proceso para verificar firmas en Perú ha sido duramente criticado por su vulnerabilidad. Si bien la ONPE realiza un proceso de verificación mediante muestreo, este ha demostrado ser insuficiente para detectar firmas falsificadas o suplantaciones masivas. Además, la falta de consecuencias efectivas para los partidos involucrados alimenta la impunidad.
Según fuentes dentro del sistema electoral, existen redes que cobran por “llenar planillones” con datos falsos o copiados de registros públicos. En muchos casos, se falsifican firmas usando fotocopias de documentos de identidad.
Expertos en derecho electoral han advertido que este tipo de prácticas no solo constituye delito de falsificación, sino que vulnera los derechos fundamentales de los ciudadanos y debilita la credibilidad del sistema democrático.
A pesar de las denuncias públicas, el JNE y la ONPE han guardado un silencio cuestionable, limitándose a declaraciones genéricas. Hasta el momento, no se ha sancionado de manera ejemplar a ningún partido ni se ha iniciado una investigación fiscal con resultados visibles.
Organizaciones de la sociedad civil exigen que se implemente un sistema más riguroso de verificación biométrica y sanciones penales efectivas contra los responsables de estas falsificaciones. La democracia peruana, ya golpeada por la corrupción y el descrédito, no puede seguir tolerando este tipo de prácticas sin consecuencias.
CIERRE:
Mientras tanto, miles de peruanos siguen apareciendo como militantes “fantasma” en partidos a los que nunca se afiliaron. El sistema electoral está en deuda con la ciudadanía. Urge una reforma que garantice transparencia, legalidad y respeto por la voluntad popular.
